jueves, 15 de abril de 2010

Fenómeno natural “Calima” o “Calina” sobre Caracas

El Ministerio venezolano del Ambiente efectuó investigaciones en la atmósfera de Caracas y determinó que el fenómeno natural “Calima” o “Calina”, no está generando efectos perjudiciales en la calidad del aire y tampoco implica un riesgo para la salud de la población.
Esa cartera, en conjunto con el Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (Intevep), expresaron que adelantan una constante supervisión y monitoreo del aire en distintas zonas de Caracas por medio de estaciones fijas, ante el temor de la población sobre densa nubosidad que sobre la capital reposa.
Ambos organismos destacaron que las concentraciones de partículas de ozono en la atmósfera durante la presencia de ese fenómeno atmosférico, están por debajo de las establecidas en las normas internacionales contempladas en el Decreto 638 sobre la Calidad del Aire de la Contaminación Atmosférica.
Sobre la capital venezolana, se observa desde mediados de febrero una capa de color blancuzco flotando en la atmósfera de la ciudad, a partir de la cual, personal especializado del Ministerio del Ambiente y del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), decidió iniciar las investigaciones en torno a las condiciones y la calidad del aire de Caracas.
Según las autoridades, la nubosidad presente en el cielo es el resultado de dos situaciones ambientales, por un lado la frecuencia de los incendios forestales y las condiciones correspondientes a la intensa temporada de sequía.
Ambos efectos han ocasionado la concentración de las partículas suspendidas originan esa capa en el aire.
La temporada seca se refiere a un tiempo favorable que generalmente presenta humedad relativa baja, escasa nubosidad, ausencia de precipitaciones y vientos débiles, según el Ministerio del Ambiente.
Estas características favorecen la mayor concentración de partículas producidas por incendios forestales en la atmósfera. Esta combinación atmosférica genera la condición meteorológica conocida como Calima.
El concepto del Diccionario virtual de Meteorología y Clima, define a Calima como “la existencia de partículas muy pequeñas de polvo o arena en suspensión en la atmósfera”, cuya desaparición está subordinada a la aparición de vientos fuertes o lluvias.
En vista de esta realidad, el llamado a la población por las autoridades del país a hacer un uso más responsable de la energía, pues el ahorro contribuye a evitar consecuencias mayores en la temporada seca que está atravesando Venezuela.
El fenómeno natural “El Niño” contribuye en gran medida con esta situación, al igual que  los cambios que está experimentando el planeta con el calentamiento global.
En esta misma línea, entre otros devastadores efectos que ha provocado el fenómeno meteorológico en Venezuela, se encuentra la disminución del nivel del agua del río Orinoco (sur),el más caudaloso de ese país y el tercero en el mundo. En el río se evidencia una de las más grandes sequías de la historia en Venezuela
En la actualidad se aprecian bancos de arena y formaciones rocosas que anteriormente no se observaban por estar sumergidas bajo las aguas del Orinoco.
Aunado a esto, la catarata más alta del mundo ubicada en el sur venezolano, conocido internacionalmente como Salto Ángel, también ha sido afectado seriamente por el fenómeno natural, reduciendo considerablemente su fuerza y nivel de agua en su recorrido rocoso.
Las autoridades nacionales que están involucradas en las investigaciones son el Ministerio del Ambiente, especialistas en Química Atmosférica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (Intevep), y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, (Inameh).


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